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Serie Blanca

La piel habla, relata historias, cuenta secretos, cubre todo un organismo sensible; reacciona a los estímulos externos de manera apacible o crispada. El pelo es la extensión de aquel órgano sensible. Se eriza, se calma, nos cuida, nos cubre y protege.

En diferentes culturas, épocas, grupos sociales, hombres o mujeres, el cabello poseía su valor y significado. Fuerza, nobleza, lujuria, status social. Algunos pueblos indígenas lo utilizaban con fines medicinales y rituales, de curación física y espiritual o en rituales que ellos consideraban sagrados.

Protección y rechazo, dos elementos que dialogan en esta serie a través de un mismo significante, el cabello. Elijo, entre todas sus posibilidades, el cabello como fina capa protectora que aísla a modo de capullo, y arrulla en su interior. Lo elijo junto al caucho como elemento disonante y extraño también, ajeno al cuerpo que lo porta, haciendo mutar al rostro y a la piel.

Fotografías: Fernando Sousa

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